La discusión reciente sobre la valorización inmobiliaria como posible fuente para mejorar la infraestructura metro existente

Nueva York, USA

Uno de los debates más relevantes a nivel global con respecto a la aplicación de instrumentos de captura de valor para la financiación de infraestructura de transporte, se está llevando a cabo ahora mismo en Nueva York. Para enfrentar una de las peores crisis que ha tenido el Metro en años, el gobernador del Estado ha propuesto la demarcación de zonas en las que los beneficiarios directos de la valorización ayuden a financiar el mejoramiento o la ampliación del sistema Metro

El metro de Nueva York es una de las obras de infraestructura de transporte más icónicas del mundo. El aporte del sistema férreo a la economía de la ciudad e, incluso, del país es indudable. Éste, además de prestar un servicio absolutamente imprescindible para trabajadores, turistas y habitantes en general, es un gran valorizador de los inmuebles que se encuentran en las inmediaciones de las estaciones. No obstante, dicho sistema de transporte se encuentra pasando por la peor crisis que ha tenido en años, y en la Gran Manzana están empezando a preguntarse por quién debe pagar la cuenta.

¿Es necesario subir el valor de los pasajes y que los usuarios financien el metro? ¿El erario debe cubrir el déficit y así distribuir el pago entre los contribuyentes? ¿Hay otras opciones?

Si bien es probable que no exista una sola fuente de financiación que por sí misma pueda mantener la operación de un sistema de tal envergadura, preguntarse por nuevas opciones de financiación es, no solo deseable, sino necesario. Tal es la materia del reciente reportaje del NY Times, The Subway Is Next Door. Should New Yorkers Pay Extra for That?, en donde se demuestra el interés por poder establecer mecanismos de captura de valor del suelo en el área de influencia del Metro de Nueva York. Según el reportaje, el gobernador del estado de Nueva York habría pasado la propuesta a la Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA en inglés) para que se pudieran delimitar Distritos de Mejoramiento del Tránsito (Transit Improvement Districts) y allí recaudar el incremento del valor del suelo causado por el metro. No obstante, la propuesta causó malestar tanto en el ayuntamiento de la ciudad, como entre el gremio de desarrolladores inmobiliarios (REBNY). En primer lugar, el alcalde, de Blasio, señaló que la propuesta amenazaba la autonomía de la ciudad, ya que trataba de imponer un impuesto a la propiedad (lo que es una responsabilidad exclusiva de la municipalidad). Por su parte la REBNY, se pregunta por qué, a pesar de que el sistema trae beneficios para toda la ciudad, e incluso, la región solo los vecinos inmediatos del sistema deberían pagar por este.

Lo cierto es que, los debates de si la captura de valor del suelo se debe considerar como un impuesto o no; de si es potestad exclusiva de los gobiernos locales o no, y de si es justo con los propietarios o no, enriquece la forma en la que se concibe la financiación de las grandes obras de infraestructura de transporte. Por demás, este caso es una muestra más del creciente interés sobre la captura de valor como una fuente de financiación viable para los sistemas de transporte.

Foto: “New R-188 Trains” by MTA of the State of New York is licenced under Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0)