El propósito de hacer ciudades amigables con la bicicleta en donde se promuevan modos de transporte no motorizado es cada vez más popular. Ciertamente, los principios de la movilidad sostenible, de la jerarquía de la movilidad urbana o del diseño orientado hacia la persona han sido ampliamente desarrollados en la literatura especializada. No obstante, aún hoy persiste un gran conflicto entre biciusuarios y ciudades modernas que se hicieron en función del automóvil.

Si bien es cierto que el desarrollo de ciclo-infraestructura ha acompañado a la construcción de las calles en los últimos años, estos “carriles dedicados” no son la única aproximación que existe para mejorar las condiciones para los ciclistas. Uno de los grandes pendientes de las ciudades de hoy en día es cómo hacer que los edificios permitan un acceso fácil y seguro desde la bicicleta, de la misma forma en que se da por sentado que debe existir para vehículos. Por otra parte, promover que la convivencia entre ciclistas y peatones sea más armónica es algo que, partiendo desde el diseño de la infraestructura, debe hacerse.

Hoy en día hay muy buenos ejemplos de ciclo-infraestructura y edificios amigables con la bicicleta de los que se podría aprender mucho en las ciudades Latinoamericanas. Este artículo del portal xataca.com presenta 10 de estos ejemplos