En la megalópolis india de 20 millones de habitantes, el barrio Bhendi Bazaar de 6.6 hectareas cuenta con 3,200 familias y 1,250 comercios que se encuentran hoy en condición de riesgo como se vio con la inundación del pasado agosto que mato a 34 personas. Ante un nivel de degradación tan avanzado, las autoridades propusieron un plan de redesarrollo urbano ambicioso, que planea la demolición de 250 edificios de vivienda de altura mediana, y su reemplazo por 17 torres.

Según la reciente reseña de The Guardian, en estas nuevas construcciones, a todos los moradores y comerciantes se les ofrecerá un apartamento nuevo (de superficie netamente superior a lo que tienen actualmente) y, si residen en el sitio desde antes de 1996, un título de propiedad. El área disponible por el proceso de densificación, sería utilizado para la construcción de espacios públicos, áreas verdes, infraestructura vial de calidad y numerosos comercios.

En términos de financiación, también, el proyecto parece ejemplar: el costo de $600m será asumido por el Saifee Burhani Upliftment Trust, una organización benéfica vinculada con la comunidad musulmana Dawoodi Bohra que constituye el 75% de los 20,000. Fue precisamente su previo líder espiritual, Syedna Mohammed Burhanuddin, quien formuló este plan en 2009 y recibió el apoyo (y ahora el financiamiento) de la comunidad.

Hoy en día, el Trust ha logrado adquirir 215 edificios sobre los 250, y la destrucción de 90 de ellos ya se efectuó. La población temporalmente relocalizada debería regresar al nuevo barrio el próximo año. De manera general, estiman la finalización del proyecto para dentro de 10 años.

No obstante, los observadores dudan del éxito del redesarrollo de Bhendi Bazaar. Hugh Byrd, profesor de arquitectura en Lincoln University, subraya las externalidades negativas del proyecto. Primero, el incremento de un 25% en la densidad local que aparece como un obstáculo a la provisión de servicios públicos básicos que ya necesitan mejora. La demanda creciente e insatisfecha de agua o alcantarillado tendría consecuencias no solo en gestión urbana sino también en sanidad y vulnerabilidad al cambio climático (como las inundaciones). Más que todo, denuncia la perdida de las actividades socioeconómicas tradicionales que hicieron la identidad del barrio de más de 125 años de existencia. El reemplazo de comercios locales por grandes cadenas, y la posible gentrificación del barrio aparecen como amenazas importantes a la calidad de vida de los habitantes. No obstante, aunque muy relevantes, las consideraciones de mediano o largo plazo del académico no son la prioridad para los moradores que, más bien, se alegran del incremento de nivel de vida que conoceran por esta intervencion. Al fin y al cabo, solo de la implementación efectiva y de sus consecuencias se podrá concluir si esta operación puede inspirar otras ambiciones a nivel nacional e internacional.

Este caso es una muestra más de las innumerables complejidades y aristas que enfrentan en diferentes lugares del mundo la renovación urbana de los centros urbanos. En todo caso puede ser un ejemplo de la necesidad y oportunidad de esquemas innovadores donde la renovación se hace vinculando a los actuales moradores ofreciéndoles viviendas o comercios de remplazo en la ciudad renovada.

Para conocer más sobre el proyecto: https://amrut.gov.in/writereaddata/SBUT%20Presentation%20for%20Amrut%20&%20Smart%20Cities.pdf