El pasado 13 de julio fue sancionada la Ley 1796 de 2016, más conocida como la ley de vivienda segura cuyos objetivos principales era proteger al comprador de vivienda, mejorar la seguridad de las edificaciones y fortalecer la función pública de curadores urbanos.
De acuerdo con el diario “El Espectador”, uno de los puntos más importantes de la la ley es que ordena la independencia de los supervisores y revisores de las edificaciones de 2000 metros cuadrados de área construida. Con relación a los curadores urbanos, se obliga a que hagan parte de una lista de elegibles que resulten de un concurso de méritos así como crear la Superintendencia delegada para el control de curadores urbanos. Por su parte, el tema de los compradores, se estableció la obligación de los constructores y enejanadores de vivienda de amparar los perjuicios patrimoniales causados a los propietarios por el colapso o amenaza de ruina como consecuencia de deficiencia de construcciones. Fuente: El Espectador. |